
“Se echa la tarde encima, el tiempo se sitúa ahora en ese interludio entre la luz y la oscuridad, entre luces que ya no iluminan, que poco a poco perfilan las sombras…es ese momento del día en que el reloj se para, la mente se vacía y las imágenes pasan de los ojos al cerebro sin filtro alguno, el cuerpo no responde a los pocos estímulos del ambiente, no hay ruidos ni voces, ni sentidos ni pensamientos…en ese momento las leyes físicas poco importan, no nos afecta la gravedad, no ocupamos lugar físico alguno, se pueden vislumbrar otras versiones de nuestro entorno, perdemos física pero no esencia, de hecho, la esencia aumenta, entramos y salimos en un mini universo, un universo propio, íntimo…aprovechad ese momento antes de que se desvanezca…es real…”