“No eres tú, no eres tú quién ha vuelto esta mañana, tu alma se quedó anoche en casa, esta mañana la he visto, y ella a mí, me ha mirado y ha hecho un pequeño gesto con la cabeza negando, un no lento y profundo…quise decir algo pero llegaste tu…cómo mirarte…cómo decirte…cómo…has dejado la puerta abierta al entrar, el frío se cuela en el interior y nos rodea, suave, meciéndonos, con caricias que estremecen, es temprano y tarde a la vez, no se puede volver a ser, tu alma lo sabe…pero tu no…tus ojos vacíos miran pero no ven, yo tampoco te veo ya, solo veo tu alma…tu alma que se quedó anoche conmigo…”
Como pez en una pecera

“Me veo a mi mismo, y también a través de mi, veo, también, a través de las personas con las que me cruzo, es una sensación extraña más que sorprendente, me doy cuenta de que no veo la persona, su esencia, que solo veo la parte física, la menos importante, la más débil; veo que desaparecen a los pocos metros, y aparecen igualmente poco delante de mi, como si el mundo se hubiera reducido, estrechado, como si el espacio-tiempo apenas abarcara unos segundos hacia el futuro y el pasado, ese “más allá” ya no está a mi alcance, soy como un pez en una pecera…hoy está lloviendo, las gotas de lluvia, pocas, hacen un ruido tremendo, un estruendo que, como un mantra, me invade el pensamiento e impide ser consciente de lo poco que me era posible serlo, intento explorar el reflejo que aparece en el suelo, en los cristales, por poco que sea, tal vez encuentre un nuevo espacio en el que mirar, un espacio sin pérdidas, un espacio en el que encontrarnos y ser….”
El Árbol

“Existe un lugar desde donde todo comenzó, o finalizó, no tiene importancia porque el tiempo no lo define, un lugar más allá de nuestra vista, de nuestra conciencia, de nuestros sueños…un lugar primigenio e iniciático, que conecta el cielo con el inframundo, que encierra la vida y la muerte…aquí no se puede llegar cuando uno quiere, sino cuando uno lo necesita y, aún así, es un viaje arduo y duro, cuyas alforjas nos lastrarán enormemente, un viaje de aprendizaje para obtener el conocimiento, para al final ver nuestro yo esencial…yo no estoy preparado para este viaje, principalmente porque no sé si quiero iniciarlo, o no sé si lo necesito, tal vez por el temor a no llegar, a quedarme en el camino…es solo que, a veces, se oye su hipnótica llamada…”
Tiempos…

Deterioro

“Lo esencial…”
“Lo esencial es saber ver,
saber ver sin pensar;
saber ver cuando se ve
y no pensar cuando se ve
ni ver cuando se piensa”
Fernando Pessoa