«6 de la mañana, salgo de casa a pasear con mi perro, aún está oscuro, ni siquiera se vislumbra el amanecer, camino como un autómata por una senda prefijada, no veo a nadie pero mi cerebro pone en mis ojos una película de seres caminando en todas direcciones, me siento acompañado…
…en unos momentos, mi cuerpo empezará, como ha hecho estos días anteriores, a recoger información a través de mis sentidos, mi corazón acelerará sus latidos, empezaré a oír sonidos que no existen, de una sensación de desasosiego pasaré a otra de nerviosismo, un estado que solo desaparecerá cuando vuelva a casa…al principio me costaba asimilar y entender qué me pasaba, ahora ya lo sé, ya sé lo que me sucede, lo que ocurre o, mejor dicho, lo que no ocurre…es el silencio…»
Debe estar conectado para enviar un comentario.