
“La mañana transcurre en modo automático, y yo me deslizo en ella dejándome llevar, me aseguro mirando el reloj, en efecto, las manecillas se mueven, el tiempo no es el tiempo, el tiempo no existe, lo hemos inventado nosotros para dar sentido a lo que sucede a nuestro alrededor, todos esos cambios a los que no queremos buscar causa ni explicación, lo hemos llamado tiempo y listo, cobardes…”