«Que el rumor hasta mí llega vagamente,
Es una de esas antiguas lamentaciones, Musas de los pobres auverneses,
Que antes en las horas ociosas
Tanto nos deleitaban con frecuencia.
Y, su esperanza destruida,
La pobre se marchó tristemente; Y yo pensé de inmediato
En el amigo a quien amo tanto,
Que me decía, paseándonos,
Que para él era un placer
Que semejante serenata
Llegara en un prolongado y monótono holgar»
Las Flores del Mal
Baudelaire